domingo, 15 de julio de 2012

Universidad, su rol en la sociedad y la calidad en la educación superior para el mundo de hoy, Rodolfo Zuloaga Meneses



                        



















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Rodolfo Zuloaga Meneses


Profesor de Filosofía y Cientista Politico, gran parte de su carrera se desempeñó en la Universidad de Concepción y actualmente es Profesor y Director de Vida y Apoyo Estudiantil en la Universidad Central de Chile.


REFLEXIÓN SOBRE LA CALIDAD EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR PARA EL MUNDO DE HOY:


¿QUÉ ES LA UNIVERSIDAD?
¿CUÁL ES SU ROL EN LA SOCIEDAD?
¿EN QUE CONSISTE LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR, QUE SE NECESITA PARA EL MUNDO DE HOY?
¿CÓMO HA DE SER LA FORMA DE APRENDER?

Rodolfo Zuloaga (Transcripción literal del vídeo tomado en Julio 2012, por la Fundación Gaia)


Bueno, primero agradezco la invitación de la Fundación Gaia que me permite, en lo personal, dar mi pensamiento. No siempre uno tiene la oportunidad, como miembro de la Academia de la Universidad, de hablar así desde la perspectiva de su pensamiento muy personal.

Gracias por eso y paso a decir lo que yo creo y estimo respecto a estas temáticas.

Definir la Universidad hoy día es muy complicado, porque si uno hace un breve análisis histórico evidentemente que tiene claridad como fue la Academia de Platón, como fue el Liceo de Aristóteles, y todo lo que fue la evolución de lo que hoy día es Universidad. En lo personal yo soy un adicto a la Universidad medieval, ese claustro donde a uno lo llevaban y le enseñaban y la verdad es que, a diferencia de hoy día, no sólo le entregaban conocimientos si no también le daban algo que es fundamental y que hemos olvidado, le daban formación.

Desde esa perspectiva, sin duda que la Universidad hoy día es compleja. Recuerdo que a partir de la Universidad de Bolonia se crea el famoso Tuning Universitario, que consiste en estudiar una forma de lograr un tipo de Universidad bajo una sola perspectiva que es la empleabilidad.

Cuando yo miro la Universidad dentro del entorno social y del entorno global, la empleabilidad es una necesidad dentro de estas organizaciones, pero en lo personal eso me huele a como estar trabajando para el sistema financiero y estar trabajando para la construcción de un tipo de sociedad que en lo personal yo no puedo compartir. Porque ya no se está entregando formación sino que le enseñan sólo para poder responder a la necesidad que la empresa hoy día tiene.

No sé si es más importante la empresa o la sociedad, para mi es más importante la sociedad. Y desde esa perspectiva creo que para mí es Universidad aquella organización, que teniendo presente un diagnóstico claro de la realidad actual y de la realidad global, pueda construir una maya curricular que le permita al estudiante, entrar de una manera y salir de la manera que la sociedad necesita.

Para mí hay varias condiciones que tiene que tener la Universidad de hoy. Primero estoy convencido, que una Universidad que no tiene clima de Aula es una Universidad que esta arando en el vacío. Por lo tanto creo que una de las primeras características que tienen que tener estas instituciones de educación superior, para dar lo que la sociedad necesita que es una formación sólida, tiene que generar un clima de Aula.

Un clima de Aula pasa por un proceso de entender la calidad en una forma radicalmente distinta, porque la calidad no es sólo un grado de investigación, que es traspasado al estudiante y que termina siendo un sabio de casi nada, un especialista en una parte de determinada cosa, sabiéndolo casi todo de ella, pero que no es capaz de trasladarlo a un conocimiento holístico, que hoy día necesitamos para poder estar integrados socialmente.

El clima de Aula, yo creo que es más importante que el tipo de estudiante que tengamos, lo que tenemos que entregar es el docente que ejerce la función académica que necesita la Universidad de hoy.

Discúlpenme pero he visto, porque ya llevo cuarenta años y un poco más de docencia universitaria, he visto que los estudiantes a uno lo estiman y lo quieren, porque ha sido capaz de entregarles algo en su formación. En la medida que uno no es capaz de entregarles esa calidez que necesitan para poder formarse, el estudiante se olvida que tuvo dicho profesor. Qué nos está mostrando eso? que los estudiantes también están determinando la forma, el método y lo que realmente necesitan al interior de estas instituciones.

Creo primero en el clima de Aula, y el clima de Aula con una calidez que es tan importante, con una cercanía que es determinante y otra cosa que yo encuentro que es fundamental, que lo he aprendido en los años de docencia universitaria, es que al estudiante no se le puede mentir. Yo creo también que ése es otro de los elementos de la calidad, que es básico y que uno como académico, como docente, tiene la obligación moral y la responsabilidad ética de asumirlo como obligación en el Aula.

No basta con entregar conocimiento, no basta con aplicar metodologías modernas, como el data show, que se ve muy bonito, sino que lo más importante es la formación y la formación no se logra sólo con la entrega y el traspasar conocimiento, porque da la casualidad que dicho traspaso cuando uno lo revisa después de unos años de haberlo hecho con nuestros estudiantes, sinceramente la mayoría muestra, en porcentajes aberrantes, que el conocimiento adquirido es casi nulo.

Entonces, desde esa perspectiva resulta que tenemos la sabiduría antigua y todo lo que vamos conociendo a través de la historia y sabemos que la formación que entrega el par, ese amigo de la persona, es mucho más profundo, por lo tanto nosotros tenemos de alguna manera que sacar ese modelo y trasladarlo a la Universidad y ser una Universidad empática.

Una Universidad empática pasa por ser una Universidad con docentes comprometidos, comprometidos con qué, con la sociedad y en qué sentido, en el sentido de que la sociedad tiene necesidades para poder convivir. Si uno mira al joven de hoy se da cuenta que tiene, yo diría en términos significativos y mayoritariamente, una agresividad que parece que no la queremos reconocer, pero es una realidad que estamos viviendo al interior de las instituciones de educación superior. Y esa agresividad es producto de lo que la sociedad hoy día es, pero yo creo que nadie de nosotros quiere que la sociedad sea lo que hoy día es.

Yo creo que queremos una sociedad distinta donde las Universidades sean ese faro que replica a la sociedad y le dice, mira esto es lo que hay que hacer, por aquí tenemos que caminar, por aquí tenemos que conducirnos. Y hoy día la Universidad no está haciendo ese rol que históricamente tenía al interior de la sociedad. Se suponía que ahí se encontraban los ancianos sabios que nos daban el norte claro y que era seguro en el caminar institucional de las organizaciones de educación superior.

Yo creo que el rol de hoy día que la Universidad tiene que cumplir es acoger, esa es la primera cosa, acoger al estudiante. ¡Y por favor tenemos que abordar el problema de la gratuidad en la educación!

La mayoría de los estudiantes, al menos en las Universidades que yo conozco, tienen enormes dificultades, primero para ingresar y después para mantenerse al interior de la Universidad. Nosotros no nos damos cuenta, pero la mayoría de las familias vive en condiciones, que cuando uno las empieza a indagar y a investigar, se da cuenta que realmente, si queremos estudiantes al interior de la Universidad que son hijos de esas familias y que general y mayoritariamente son los primeros que llegan a la Universidad, bueno algo tenemos que hacer! Yo creo que estamos martirizando a los estudiantes al aceptar que ingresen a una Universidad en la cual dejan su vida y se condenan de por vida a esto que le llaman ayuda al estudiante y que nos es nada más que préstamos bancarios.

En definitiva parece ser que la Universidad se ha convertido, en vez de una formadora de individuos que la sociedad necesita, se ha convertido en una agencia de captación financiera de los bancos y eso creo que todavía no lo entendemos, no lo vemos y necesitamos que esté claro para solucionar de una vez por todas el problema que tenemos en la educación.

Desde la perspectiva de la calidad, no puede haber calidad si el estudiante no está en condiciones de estudiar, ya que los nervios se lo comen en virtud de la colegiatura que tiene que pagar el próximo mes y su padre le dice, hijo mío no puedo pagarlo porque tenemos que comprar primero el pan para la casa.

Frente a todas estas situaciones, si queremos hablar de educación, no nos enredemos y no sigamos haciendo estudios en los cuales podemos decir “que es un proceso dinámico, que parte por el diagnóstico, construye de acuerdo a los requerimientos cognitivos que hoy día requiere la sociedad y para eso……” No, eso no tiene sentido, cuando nosotros queremos hablar de calidad, se supone que calidad nos permite como resultado final, un estudiante que no sólo va a lograr empleabilidad sino que es un ciudadano ejemplar. O sea adquiere el marco axiológico de derechos y deberes.

Cuando nosotros somos capaces de construir en nuestros estudiantes el marco axiológico de derechos y deberes y no mantenemos una sociedad actual, en la cual da la impresión que sólo hay derechos y nada de deberes, parece que algo raro hay detrás porque no se desarrolla una ética de la responsabilidad y por otro lado no nos comprometemos a rectificar los grandes males que tiene hoy día la sociedad.

Yo, en lo personal, digo que la calidad es, en las instituciones de la educación superior, sí un proceso, pero un proceso que va anexado a algo que para mí es más importante y que lo puso en vigencia Goleman cuando hablaba de la inteligencia emocional. Si no cambiamos el enfoque de lo que las Universidades deben hacer, que se construyan Universidades cercanas, Universidades dialogantes, Universidades afectivas, sinceramente creo que las Universidades no van a llegar al puerto que nosotros necesitamos como sociedad.

Cuál sería la forma de aprender al interior de la Universidad, yo creo que la emocional es la más válida. Porque fíjense que se ha demostrado desde el punto de vista práctico, que cuando nosotros creamos un clima de Aula en el cual hay cercanía real, hay empatía, el estudiante aprende muchísimo, pero muchísimo más que cuando el estudiante es llevado a una sala donde hay quinientos alumnos que están aprendiendo matemáticas y después nos preguntamos, porqué aprobaron ocho no más. Entonces ahí nos damos cuenta… y los ejemplos están pero multiplicados y no queremos ver una realidad que de alguna manera nos está corroyendo y lo único que está haciendo es que la sociedad global se vaya consolidando en un individualismo en el cual el individuo tampoco se da cuenta que va dejando de ser persona.

Hoy día y perdónenme, se los digo como profesor de filosofía, creo que emocionalmente el individuo tiene que empezar a tener conciencia y conciencia es la capacidad de darse cuenta.

Si nosotros no somos capaces de lograr que el individuo tenga la capacidad de darse cuenta, o sea desarrolle su propia conciencia, vamos a tener una sociedad condenada, una sociedad en la cual vamos a tener que salir armados a la calle y en definitiva una sociedad que nosotros no queremos.

Lo que no entiendo es porque no nos comprometemos en el sentido de trabajar porque esto no suceda cuando la carretera que se está construyendo solamente dirige a una sociedad de esas características.

Sinceramente yo agradezco a la Fundación Gaia, de permitirme decir lo que mi corazón siente en virtud de la larga experiencia como académico.

Yo creo que es de todos nosotros la responsabilidad de tener una sociedad mejor.


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